Llegados al parón por el All-Star, Las Vegas Aces encabezan la clasificación de la WNBA. Sin embargo, su liderato va mucho más allá de lo que sucede en la pista.
Las Vegas Aces han comenzado la temporada 2023-2024 con el mismo ímpetu con el que terminaron la anterior. Mientras se desarrolla un gran proyecto en Nueva York y otros equipos como Dallas, Washington y Connecticut intentan acercarse al primer lugar, el equipo de Nevada se enfoca en perfeccionar su juego que roza la perfección pero que no se conforma con quedarse cerca. Todo lo que esté a su alcance debe estar bajo control. Esta mentalidad es compartida desde el propietario Mark Davis, la presidenta Nikki Fargas, la entrenadora Becky Hammon y todo el equipo.
Al llegar al descanso del All-Star, el balance es sumamente positivo. Las Aces se encuentran en la primera posición con 19 victorias y 2 derrotas. En los últimos 31 partidos de la temporada regular, solo han perdido cuatro. En los últimos Playoffs, solo perdieron dos veces en 10 partidos.
En la cancha, su superioridad es evidente. Ningún equipo anota más puntos que las Aces (94 por partido), nadie bloquea más tiros (5.4), solo las Liberty reparten más asistencias (22.3) y tienen los mejores porcentajes de tiros de campo y triples. Además, en términos de estadísticas avanzadas, Las Vegas domina en el rating ofensivo (114.7) y el rating defensivo (95.6) de la competencia.
El equipo de Becky Hammon, conocido por su estilo de juego rápido, es el tercero que más puntos obtiene en contraataques (13) y el que más puntos anota en la pintura (40.7). Los números y estadísticas respaldan todo lo que se ve en la cancha: no hay un candidato más fuerte al campeonato que la franquicia de Mark Davis. Sin embargo, no todo es tan sencillo como parece, ya que desde las Sparks en 2002 nadie ha logrado ganar el campeonato en temporadas consecutivas. A pesar de que ha habido equipos llenos de estrellas y talento. Por lo tanto, es necesario buscar qué hace especial a este grupo de jugadoras más allá de lo obvio.
La estrella menos conocida: Jackie Young
Junto a nombres de gran renombre como Chelsea Gray, Kelsey Plum o A'ja Wilson, las actuales campeonas tienen un as bajo la manga en su quinteto titular. La número 1 del draft de 2019, Jackie Young, ha sido eclipsada por las expectativas al principio, pero ha florecido en la cancha desde la llegada de Becky Hammon al banquillo.
Young, que solía jugar cerca del aro y en tiros de media distancia bajo la dirección de Bill Laimbeer, ha expandido su juego a tiros de larga distancia. Ha aumentado su uso de triples del 17.7% en su primera temporada a un 21.6% actualmente. Este dato es aún más notable si consideramos el salto de calidad que ha dado el equipo en general, considerado uno de los mejores en cuanto a talento reunido.
En su quinta temporada en la competencia, Young promedia 19.1 puntos, 3.9 rebotes, 3.8 asistencias y 1.4 robos. A pesar de tener un porcentaje de triples del 23% en su segunda temporada (con 0.6 intentos por partido), actualmente lidera la clasificación de mejores tiradoras de triples con un 48.5% de acierto (2.4/4.9 por partido). También ocupa el tercer puesto en la clasificación de tiros de campo con un 57.3%, siendo la única jugadora exterior entre las 8 mejores.
Las sombras del proyecto y el núcleo experimentado
El gran cambio en Las Vegas ocurrió durante el último mercado de fichajes con la llegada de jugadores experimentados. Después de ganar su primer campeonato en la historia de la franquicia, Becky Hammon decidió renovar las piezas secundarias del equipo. Este proceso suele ser más difícil emocionalmente después de un éxito tan grande, pero puede dar buenos resultados si se eligen las piezas adecuadas.
Sin embargo, durante este proceso, surgieron algunas sombras en el proyecto. Becky Hammon fue sancionada con dos partidos, la franquicia perdió su primera selección en el draft de 2025 y todavía hay una investigación pendiente. ¿Las razones? La suspensión de Hammon y la pérdida de la selección del draft fueron resultado del traspaso de Dearica Hamby. Hamby, que estaba embarazada, tuvo que dejar el equipo y un movimiento poco ético pero permitido se realizó. Sin embargo, el problema principal surgió cuando la WNBA investigó y descubrió que Hammon violó la política de "respeto en el lugar de trabajo" al hacer ciertos comentarios a la jugadora y la franquicia ofreció "beneficios inadmisibles" para mejorar su contrato durante las negociaciones.
Esta oferta de las Aces llamó la atención de la WNBA y los medios de comunicación, lo que llevó a una investigación en curso. Las Vegas adquirió los servicios de Candace Parker, Alysha Clark y Cayla George durante la agencia libre, las tres jugadoras más veteranas del equipo, cuyos contratos han quedado bajo sospecha. Según el periodista Howard Megdal, la franquicia aparentemente utilizó empresas externas para cerrar acuerdos en ciertas ocasiones. La jugadora firmaba un contrato y luego una empresa vinculada a la franquicia le ofrecía una suma de dinero adicional. Por supuesto, esta estrategia es ilegal dentro de la WNBA, ya que aparentemente permitía al equipo evadir el límite salarial.
A falta de una resolución, lo que sí se ha concretado es la incorporación de este trío al equipo. Junto con un grupo central de jugadoras en su pleno apogeo, encabezadas por Chelsea Gray, Kelsey Plum y A'ja Wilson, se sumaron cuatro campeonatos de golpe al proyecto que ya era campeón. Una exclusividad para el grupo más selecto de la competición.
Un complejo a la altura del equipo
En el proceso de construcción de un equipo campeón, Las Vegas Aces tenía una prioridad clara como franquicia. Si buscaban el máximo rendimiento posible en el proyecto, todo lo que rodeara al equipo debía estar a la altura. Esto es algo natural y lógico, pero no ha sido común en los primeros 27 años de la WNBA, ya sea por motivos económicos o de prioridades.
Con este objetivo en mente, la franquicia construyó el primer y mejor complejo deportivo de la WNBA. Las instalaciones abarcan casi 7.500
Metros cuadrados e incluyen canchas de baloncesto, gimnasio, oficinas, vestuarios, tienda, sala de video, zona de recuperación y piscina. Todos los días que el equipo está en la ciudad, tanto jugadoras como personal y ejecutivos de la franquicia acuden a estas instalaciones. Todo lo necesario está allí, lo que facilita las actividades diarias y brinda una ventaja sobre las demás franquicias.
Kelsey Plum, una de las estrellas del equipo, valoró estas instalaciones de la siguiente manera: "Es una bendición. Tiene un gran impacto. En el pasado, nos movíamos por diferentes lugares. No sabíamos si tendríamos todo lo necesario en un solo lugar. Ahora sabemos dónde ir para recuperarnos, entrenar, hacer cualquier cosa. Todo está en nuestro complejo deportivo. Siento que nos ha ayudado a dar un paso adelante en la cancha. También hemos contratado a un entrenador de acondicionamiento y fuerza. Antes, cada uno se encargaba de eso por su cuenta. Esta es la razón por la que las jugadoras están mejorando su juego".
Estos pequeños detalles cuidados al máximo marcan la diferencia en una liga donde las franquicias aún están lejos de poder preocuparse por este tipo de aspectos.